jueves, 10 de enero de 2008

Cuando las mañanas tiemblan

Ni siquiera llego a distinguir el silencio de la oscuridad
con que las estaciones pasan

a mi lado sin mirarme
Mañana tengo que recordar
que soy de fuego
columpiándose en una sombra
y golpearé las calles, las haré caer
para poder esquivar texturas magnéticas fabricantes de experiencias hipnóticas
que se quedan con los sueños

Y si bien la locura colectiva no está enterada,
yo sé que las mañanas tiemblan
y son reflejos de la libertad
cuando uno quiera
romper

cosas con los ojos
Ayer sos un descubrimiento,
creciste con las luces que cubrieron tu camino
Mañana tenés un infinito intermitente

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