sábado, 13 de noviembre de 2010

(Más escritura automática)

Estoy plateado y resulto ser pasión
Calesita moja su pasado,
reconsidera la luz cantando

Algún átomo habremos heredado
fracasos de lluvia
tan vespertina
Callar callándose

Piletas para nubes rojas
Ay
La condición inhumana

viernes, 12 de noviembre de 2010

Lo que queda

es inmenso
comezón del viento
me arrastro a las llamas

Libre primavera sería mejor que tanto verde irascible
sintiendo como corona cósmica pero calcinante de mañana

Vamos a ver con todo la tarde,
vamos a ahogarnos en ella y en la comisura de las montañas
nadaremos,
porque todo lo que hace luz luego la deshace,
sin experimentarnos como feroces.

Rompe libélulas, rompe el pensamiento.
De acá a la inescrutada identidad de lo que no se es o lo que no se ve,
lo que sé y no sé respirar,
y cuando quiero tocar como que se esfuma,
o quizás yo me pierdo cantando verdades imposibles
como triángulos que se entrecruzan con miradas y al final
no tienen fotografiado el tiempo,
no tienen camaleones en forma de deseo.

Postal de adentro de los cerros

La luna salvaje entra despacio en la polvareda

La voz que hace de aviones resulta de haber dormido
otras pieles en desmesura

Ultra-viento, genérico lugar de no ser bello
En la sinrazón ululante, en tramos de un ayer desmigajado,
aunque caliente por las rutas recorridas,
distante por frescura, cambio.
No, la otra vez se mecían los párpados
y se agujerean tranquilos la noche.
Perfecto lo imperfecto, lucero

Interno, todo

Lo que fue el verano
no fuimos nosotros

Música que entramó la noche,
y si no existe paz
que haya olvido
para lo que no bebimos
y se ahoga igual

Tierra a la vista de todo
el mundo se descompone
Quiero saber -como si no pasara por el ojo de la luz-
las señales, cuerpos;
según lo acaecido vendrá
el púrpura más púrpura
de lo que se entretiene imaginando
esta conciencia con noche

¿Fulguraríamos?
Ya no.

¿Habríamos fulgurado?
O lo que es sólo memoria me compra caramelos.