Luciérnagas vacías, el trueno enmudecido y más acá el caos
Así es que comencé a saber y comencé a olvidar,
con la incertidumbre del devenir
de lo que tropieza adentro de un espejo y cae afuera
Me despertaron canciones que hacían falta
Luminosidad de aguja
desenterrada
Contemplo ser el viento en su imagen espejista
Humedad con alas corteja a la sinrazón
Hay quienes exigen un mar muerto, una precocidad de lo imposible
Hay un alejarse;
un desencanto de bla-blás
Hilvano los excesos de la naturaleza rota
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