Gentileza del mundo

Ha parado la lluvia
frente al puerto
Caemos
Itinerantes murmullos con rítmico consuelo
Prefiero no pensar en lo perdido
hasta plantarlo

La luz estalla en mil partes pétalos luciérnaga
El recinto se llenó de pájaros
y es inconsciente
la torrencial memoria
que nos aguarda hasta que lleguemos a vivir

La escena de una noche líquida
escurriéndose entre unos dedos,
la ceniza magenta,
aprendizaje de una boca chorreada de miel
Es inquietante

Aparentar

Pensate
Dejá descansar al alma
Librate del mal, si no sabés para qué sirve
Una gran lágrima de pintura nos persigue entre las pezuñas del unicornio
Caigámonos de la Tierra,
pongamos fin al espacio

Heridos en el cielo

¿Ella parece una antorcha
o es esta sensación de vértigo continuo,
que la ensaya?
Ya nada puede inquietarme, como a una playa que pasó el día sedienta
Ah, lo de siempre

La vida no somos solamente ella y yo
Y cuando declaro esto parece que le diera más importancia de la que tiene
Una alcancía de libélulas
todo romper
Ni la magia, ni pedalear descalzo son infinitos
y el papel de espectro no me queda mal
si pido permiso al delirio para anidar en el cielo

Todo lo que se puede medir no tiene sentido
Me encanta que el destino descanse
o se vaya por la alcantarilla

El personaje que fui es eterno
pero el vacío para él es siempre bien elegido

En la punta del cielo

Yo nunca había venido
No sabía que existía
yo
Hoy quizás, que no hay noche, pueda conectar las visiones
que tuve y que tendré;
sin exactitud ni consuelo
Nada más que recrear los vestigios de lo que logra aturdirme,
lo que sangra y espero que nunca cure

Diviso
techos de fuego
lágrimas prendidas
en un íntimo flotar

Un retumbo de archipiélagos que nacen deformes
altera
y
descompone la música en imágenes
que para entrar a un beso
eligen

La distancia es un párpado rebelde
y se arroja y vuelve al mismo lugar

Los pedazos del mar en que ha volado